24.10.10

Entonces sí que descubrió lo que era gustar de verdad

A Nunu le gustaba que un desconocido le dijese Hola por la calle; le gustaba ver el Sol y la Luna en el cielo a la vez; le gustaba llorar de felicidad, de aunténtica felicidad; le gustaba que sonase su canción favorita en la cafetería mientras desayunaba; le gustaba que la niña de las botas rojas le guiñase un ojo cuando pasaba por delante del cole; le gustaba soñar despierta; le gustaba que le leyeran la mente, que le sonriesen con esa media sonrisa pícara, que le diera hipo, tener frío para taparse con la manta hasta la nariz... le gustaban tantas y tantas cosas. En realidad le gustaban todas esas casualidades hasta que conoció a Zahe, entonces sí que descubrió lo que era gustar de verdad. Zahe le enseñó lo que significaba encantar, gustar, adorar, querer, amar... Todas las casualidades que le gustaban pasaron a ser gotas de agua diminutas comparadas con la gran tormenta que era Zahe.

1 comentario:

  1. Es lo que suele pasar cuando encontramos a alguien especial.

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